En 1974 el psicólogo H. Freudenberger uso el termino síndrome de Burnout (o estar quemado) para definir el extremo desgaste de un trabajador y en la actualidad es una causa importante de incapacidad laboral, es una respuesta del individuo al estres laboral crónico y esta formado por actitudes y sentimientos negativos hacia su ámbito de trabajo (compañeros, jefes, clientes, etc.) y hacia su propio rol, este individuo se siente emocionalmente agotado superado por los problemas y fracasado profesionalmente.
Afecta principalmente a trabajadores de la salud, de servicios de seguridad, de servicios sociales, de profesiones de alto riesgo, de servicios públicos masivos, empresarios o directores en tareas rutinarias y monótonas.
En todo trabajo pasado el entusiasmo inicial y las expectativas generalmente sobredimensionadas comienzan a aparecer los problemas (que generalmente son los mismos o similares) día tras día y a pesar que se hubieran resuelto algunos o casi todos, al día siguiente estarán allí nuevamente una nueva cantidad de problemas, esto irá aumentando el nivel de frustración, por aquellos que no pudieron ser resueltos o el nerviosismo ante la posibilidad de fallar y se irá acumulando estres.
Veamos un ejemplo práctico : Supongamos que usted de niño soñó con ser cartero y a los 25 años logra realizar su sueño, al principio usted saldrá la calle, estará en contacto con la gente, entregará las cartas, estará al aire libre conversando con los vecinos y talvés llevándoles buenas noticias, eso sera placentero y usted se esforzará por cumplir con todo su trabajo haciendo llegar a destino todas las cartas y volver con la bolsa vacía.
Pero cada mañana cuando usted regresa a su trabajo usted ve la bolsa nuevamente repleta de cartas, parecería como si su esfuerzo del día anterior no hubiese servido de nada y como es lógico de acuerdo al crecimiento demográfico encontrará cada día más cartas que repartir y así día tras día digamos durante 40 años, es necesario estar psicológicamente bastante centrado y en control para no tener reacciones negativas o sentirse frustrado.
Se cuenta que un joven y dinámico sacerdote embuido por el amor de Dios y el servicio a los demás solicita desempeñarse como confesor para poder compartir los problemas de la gente de su comunidad y ayudar a resolverlos o sobrellevarlos, eso se le concede.
Pasado algunos años el mismo sacerdote se presenta ante su obispo, pero ya se lo ve avejentado, agotado y le suplica al obispo que lo relegue de esa función porque ya no soporta más, dice que incluso la idea de suicidarse estuvo dando vueltas en su cabeza.
Para estos problemas del síndrome de Burnout ya sea en cualquier profesión por supuesto que hay tratamiento profesional y entre el 90 al 95% de los casos son reversibles, pero una alimentación sana, ejercicios, dormir 8 horas y realizar actividades creativas (dibujo, pintura, música, etc.) ayudarán mucho, siendo importante también "conocerse" y detectar cuando el estres comienza a superarlo para poder hacer un descanso para "desenchufarse" y calmarse a si mismo.
C.I.E.A.O.