Fórmulas mágicas
Más allá de su dulce sabor y del innegable placer de saborearla untada sobre un pedazo de galleta de campaña fresca o un pan recién salido con manteca, o directamente agregada como edulcorante en jugos y bebidas.
Por sus propiedades medicinales y cosméticas, la miel puede utilizarse de muy diversas formas.
Sus propiedades cicatrizantes y humectantes la convierten en el ingrediente número uno de cremas y ungüentos para la piel.
Diluida en leche tibia es una excelente loción que se aplica en el rostro y en todo el cuerpo; mezclada con yema de huevo y unas gotas de aceite de almendras resulta excelente para el cutis seco, o con jugo de limón es ideal para cutis graso; directamente aplicada pura es una excelente mascara limpiadora y preventiva de las arrugas.
Además, mezclada con una infusión de berros, sirve para disminuir las manchas en la piel, y combinada con glicerina y jugo de limón ayuda a aliviar irritaciones y quemaduras causadas por la insolación.
La Miel es el ingrediente fundamental de centenares de remedios caseros, recetados para aliviar y prevenir toda clase de males, desde artritis y fiebre hasta un excesivo deseo sexual.
A las personas que sufren de úlcera gástrica se les aconseja tomar una cucharadita de miel pura en las mañanas, dejándola diluir bien en la boca antes de tragarla; luego, debe esperarse al menos una hora antes de ingerir cualquier otra cosa.
La combinación de miel y jugo de limón también se recomienda para casos de fiebre, tomándose varias cucharaditas durante el día.
Su consumo diario aporta efectos benéficos para el buen funcionamiento del corazón, ya que favorece la producción de fosfatos orgánicos que regulan el ritmo cardíaco y estimulan el riego coronario. Igualmente, por ser rica en minerales y oligoelementos, interviene sobre las enfermedades reumáticas; estimula el metabolismo hepático, por lo cual tiene un efecto desintoxicante en todo el organismo, y es además un extraordinario reconstituyente.
El poder de la miel
CHICAGO — Un novedoso estudio sugiere que utilizar la miel como ungüento en operaciones de pacientes con cáncer de colon puede prevenir la reaparición de los tumores.
Pese a que la investigación se realizó en ratones de laboratorio y no se espera que los hospitales aprovisionen sus salas de operaciones con frascos de miel, la miel se utiliza como remedio popular desde tiempos inmemoriales.
Un experto en oncología de la Clínica Mayo dijo que los resultados del estudio, realizado en Turquía, son muy interesantes y no deben descartarse.
El objeto de la investigación es intensificar la seguridad de la laparoscopia, un procedimiento cada vez más popular que consiste en la inserción en el organismo de instrumentos muy delgados a través de pequeñas incisiones.
El entusiasmo por esta técnica se ha visto opacado por informes que afirman que la laparoscopia para el cáncer de colon puede promover tumores en las paredes abdominales, donde se introdujeron los instrumentos quirúrgicos.
Investigaciones
Los investigadores turcos, encabezados por el doctor Ismail Hamzaoglu, de la Universidad de Estambul, sugieren que la miel podría bloquear las células cancerosas si se la unta en las incisiones.
El hallazgo, basado en la observación de 60 ratones de laboratorio, fue difundido en la publicación especializada Archives of Surgery (Archivos de Cirugía).
La doctora Tonia Young-Fadok, cirujana de la Clínica Mayo que participa en un estudio sobre la posibilidad de que la laparoscopia en casos de cáncer de colon cause nuevos tumores, señaló que ciertas sustancias presentes en la miel pueden contribuir a disolver las células tumorales.
“No queda claro cuál es el poder de la miel, pero evidentemente hay algo en ella que vale la pena tener en cuenta”, dijo Young-Fadok.